

Tradicionalmente se ha usado para infecciones e inflamaciones en general del sistema respiratorio, genitourinario y digestivo; como antiséptico y cicatrizante, incluso en heridas abiertas y para herpes simplex no mucosa.
El propóleo es una sustancia que presenta una composición muy compleja. Su efecto terapéutico depende de la suma de la acción de todos sus componentes, incluso de aquellos que parecían tener una acción inerte, como son las ceras, pero recientes estudios muestran que una fracción de ellas posee una propiedad moduladora de la inmunidad. Por todo ello, es importante la toma de propóleo en su estado completo, por el efecto sinérgico de todos sus componentes.