
Su función más conocida y de gran importancia a nivel del metabolismo es la de transportar ácidos grasos hacia las las células musculares (incluyendo las del miocardio) para su oxidación. En este sentido, la Carnitina es esencial para asegurar un crecimiento normal. El músculo cardíaco es especialmente dependiente de este mecanismo como fuente de energía metabólica.